
Una joya ecológica escondida en Washington DC
Actualmente, los productos se utilizan en la cocina del Convento y también alimentan a los pobres de varias casas religiosas de la zona. El proyecto ha estimulado el interés ecológico de jóvenes y adultos. Hoy en día muchos grupos de escuelas visitan la granja franciscana, lo cual es una señal muy positiva para el futuro.