En el Convento de la Iglesia Concepción de la Ciudad de San Salvador, en la fecha del 12 de octubre de 1996, se inauguraba la Oficina JPIC, en ese entonces conocida como de Oficina de Justicia, Paz y Ecología, de los Frailes Franciscanos en El Salvador.
Este pasado 12 de octubre se han conmemorado ya, agradecidos con el Dios de la vida, 25 años desde ese acontecer tan impactante para el carisma franciscano dentro de nuestro país. Después de un recorrido significativo, conviene hacer una memoria agradecida para nuestro presente apasionado. Esto puede darnos valor para lanzarnos tras otros 25 años, viendo el futuro siempre (con y) como esperanza.
Las celebraciones de la Oficina se llevaron a cabo de manera híbrida, es decir, en una modalidad virtual y presencial. De manera virtual empezó la conmemoración a través de una novena que coincidió de manera muy especial con la novena de Nuestro Seráfico Padre San Francisco. Durante esos días, los frailes franciscanos de la provincia, teniendo un hermano compartiendo por cada fraternidad de la región de El Salvador, participaron activamente aportando el mensaje contenido en la Carta Encíclica Fratelli tutti, sobre la fraternidad y la amistad social. En ella se tocaron diferentes temáticas en relación con la espiritualidad franciscana y cómo estos se relacionaron con los valores de la JPIC: Las sombras de un mundo cerrado, un extraño en el camino; pensar y gestar un mundo abierto, un corazón abierto al mundo entero; la mejor política, diálogo y amistad social; caminos de reencuentro y se finalizó con el capítulo de las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo. En estos encuentros se tuvo la participación e interacción de la Familia Franciscana Unida de gran parte de América Central, pero también una cercanía profunda con las demás fraternidades de Latinoamérica.
Culminados los encuentros, se dieron otros espacios importantes, como la intervención directa de Fray Jaime Campos, coordinador de JPIC-OFM de Roma, en comunión con los diferentes animadores de JPIC de la Provincia. En estos espacios se compartieron experiencias enriquecedoras dentro de este servicio y esta forma de espiritualidad franciscana, en el cual resaltaba los servicios directos en la concreción histórica de los valores del Reino de Dios a través de los espacios sociohistóricos y culturales de cada participante, según las necesidades de los pobres en los diferentes tiempos y regiones.
Es importante recalcar que el arte, como forma de expresión por Dios y la justicia, tal como lo conoció San Francisco a través del cántico, también estuvo presente. Las celebraciones virtuales culminaron con un Festival de cantos, en el cual participaron varios cantantes católicos de Latinoamérica, así como también los postulantes de nuestra Provincia estrenaron dos cantos inéditos en este tiempo de celebración: Somos vida, somos arte y Vamos caminando. Ambos disponibles en la plataforma de YouTube de Oficina JPIC El Salvador.
Somos vida, somos arte
Vamos caminando
La celebración presencial final se realizó en la Casa de Retiro de Monte Alvernia, donde se realizó un encuentro con los representantes más significativos de los Movimientos Sociales y Civiles que participan dentro de la Caminata Ecológica que lidera la Oficina de JPIC en El Salvador. Con ellos se realizó un diálogo sobre el servicio histórico de la JPIC, así como también se compartió una exposición de fotografías de los años que antecedieron este servicio. Todo ello culminó con un almuerzo compartido y con la compañía de música andina en vivo para los participantes.
Estas actividades, que tienen un rostro sencillo y fraterno, nos recuerdan el compromiso de la Oficina JPIC de El Salvador para con los movimientos sociales y sus luchas, así como el respeto del cuidado integral de la Creación y el valor inalienable de la dignidad humana. Estos 25 años de camino nos vuelven a exigir a los franciscanos una coherencia radical con el carisma y su espiritualidad encarnada en los pobres, puesto que, para los próximos 25 años, la profecía de la fraternidad y la ecología integral se tornará mucho más demandante en este país tan pequeño, pero también tan desigual. Pedimos a Dios que el Hermano Francisco nos siga inspirando para hacer de nuestras luchas sueños compartidos, libertarios y equitativos.