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Su Excelencia Sr. António Guterres
Secretario General
Sede de la Organización de las Naciones Unidas
New York, NY  10017
Estados Unidos

 

Roma, Marzo 12, 2021

Estimado Secretario General Guterres,

En palabras de San Francisco de Asís, ¡Que el Señor le dé la paz!

Me dirijo a usted hoy en mi calidad de Ministro General y Siervo de la Orden de los Frailes Menores (Franciscanos), alrededor de 12,500 hermanos religiosos y sacerdotes católicos presentes y que trabajan en 116 países, para expresarle nuestra profunda tristeza y grave preocupación por la continua represión que se está llevando a cabo contra millones de ciudadanos en Myanmar después del golpe militar.

Nuestros Franciscanos en Myanmar han sido testigos directos de la brutalidad de las fuerzas de seguridad y de la inseguridad que esto ha creado. Los informes sobre el terreno y el informe de su Relator Especial, Sr. Thomas H. Andrews (11 de marzo de 2021), confirman que la violencia coordinada continúa intensificándose a diario, causando la muerte de al menos 70 civiles, detenciones arbitrarias de miles de personas que participan en protestas pacíficas, destrucción de la protección legal, severas restricciones de acceso a Internet y a las comunicaciones, y la subversión de la voluntad del pueblo de Myanmar expresada en las elecciones de noviembre de 2020.

Deseo agradecerle las acciones que su oficina ha llevado a cabo para llamar la atención sobre la situación en Myanmar, especialmente la labor de su Enviado Especial al país. Sin embargo, cada vez está más claro que ha llegado el momento de que la comunidad internacional actúe de forma unida y decisiva para evitar que se sigan perdiendo vidas, que se destruyan bienes, y para garantizar el restablecimiento sin demora del gobierno democráticamente electo en Myanmar. Esto debe incluir la exigencia de que la junta militar desista inmediatamente del uso excesivo de la fuerza contra el pueblo de Myanmar, la liberación de las personas detenidas ilegalmente y el restablecimiento de las protecciones garantizadas por la ley, incluido el derecho a protestar pacíficamente.

Nuestros Franciscanos que viven y trabajan en Myanmar me han pedido que interceda por el pueblo de Myanmar. Incluyo en este correo una carta que me han solicitado enviarle a Usted.

Desando que el pueblo de Myanmar vuelva a experimentar el retorno a la democracia, y que la crisis actual encuentre una solución pacífica y duradera.

Le saludo atentamente,

Fr. Michael A. Perry, OFM
Ministro General y Siervo