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Evento especial en el que se dedica el Sínodo a San Francisco y se finaliza el Tiempo de la Creación

Hoy, en un evento especialmente simbólico celebrado en los Jardines del Vaticano, el Papa Francisco plantó un árbol junto a los líderes de la Amazonía de Brasil y dedicó el próximo Sínodo de la Amazonía a San Francisco de Asís.

El Sínodo de la Amazonía, que comienza el domingo, es una reunión de obispos de todo el mundo que se dará en Roma durante tres semanas, donde se discutirá sobre cómo cuidar mejor a la Amazonía y a su gente. Las preocupaciones sobre los profundos desafíos sociales y ambientales de la Amazonía se hicieron más evidentes recientemente tras los catastróficos incendios forestales que destruyeron bosques y comunidades indígenas.

La plantación de árboles es el primer gesto del Papa Francisco para marcar el Tiempo de la Creación, basándose en un mensaje que emitió el mes pasado donde invitó a los 1.200 millones de católicos del mundo a celebrar este tiempo. El Tiempo de la Creación es una celebración anual de oración y acción por el medio ambiente que es seguida por varias iglesias cristianas en todo el mundo. La celebración comienza el 1 de septiembre, Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, y concluye hoy, Fiesta de San Francisco.

Consagrar el sínodo a San Francisco es un poderoso gesto simbólico con fuerte resonancia en los países amazónicos, donde los católicos constituyen la mayoría de la población. En palabras del Papa Francisco, «San Francisco es el ejemplo por excelencia del cuidado a los vulnerables y de una ecología integral vivida con alegría y autenticidad.” Dedicar el sínodo a San Francisco significa el fuerte compromiso de la Iglesia para proteger a los pueblos indígenas y a la selva amazónica.

Ednamar de Oliveira Viana, líder indígena de la región de Maués, Brasil, quien plantó el árbol junto al Papa, dijo: “Plantar es tener esperanza. Plantar en el Jardín del Vaticano es un símbolo que invita a la Iglesia a estar aún más comprometida con los pueblos amazónicos y con toda la humanidad; pero también, es la denuncia de aquellos que destruyen nuestra casa común por codicia en busca de su propio beneficio.”

La vulnerabilidad y el conocimiento de los pueblos indígenas serán un foco especial del Sínodo, en palabras del documento de trabajo del Sínodo, oficialmente llamado Instrumentum Laboris, la meta es “escuchar la voz de la Amazonía y de responder como Iglesia profética y samaritana.” El concepto indígena amazónico de «buen vivir», que incluye vivir en armonía con la naturaleza, es un principio rector del documento de trabajo del sínodo, este también contiene información de primera mano y citas tomadas de los cientos de talleres que se realizaron en la comunidad amazónica como preparación para el sínodo.

El árbol que se plantó es una encina, es el árbol que se dice estuvo en el centro de una de las famosas conversaciones de San Francisco con la naturaleza. Su inclusión en el evento enfatiza aún más el compromiso de la Iglesia de proteger a la selva amazónica, donde la deforestación se ha acelerado aumentando hasta en un 60%, según la agencia de monitoreo de Brasil.

El sínodo comienza el 6 de octubre y se extiende hasta el 27 de octubre, el sitio oficial se encuentra aquí. Aunque el sínodo está abierto sólo a obispos y auditores especiales, una serie de eventos públicos en torno a Roma presentará sus temas al público en general. Más información sobre la serie de eventos, «Amazonía: Casa Común», incluido un calendario de eventos, se encuentra  aquí.

Este evento fue organizado por el Movimiento Católico Mundial por el Clima (MCMC), la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM), y la Orden Franciscana (Orden de los Frailes Menores, OFM).

Foto portada: Movimiento Católico Mundial por el Clima