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La Comisión JPIC de la Provincia de los Santos Mártires de Corea participó en la “Peregrinación climática a Myanmar” del 5 al 12 de noviembre de 2019. El evento fue planeado y realizado en colaboración con la Red Interreligiosa del Clima y Ecología (ICE Network) y Asia Verde (Green Asia). La delegación compuesta por sacerdotes, activistas católicos y budistas visitó Bagan, Inle y Yangon, principalmente la árida región central de Myanmar.

Myanmar es uno de los países más vulnerables al cambio climático, no solo en Asia sino también en todo el mundo. Según el Índice Global de Riesgo Climático 2019 de German Watch, Myanmar ha sido el segundo país más vulnerable al cambio climático en las últimas dos décadas (1998 – 2017), después de Puerto Rico y Honduras. Por lo tanto, la adaptación climática es crucial en Myanmar. El gobierno está tomando medidas para adaptarse al cambio climático, como la construcción de sistemas de alerta temprana a través de observaciones meteorológicas mejoradas, el desarrollo de variedades de cultivos tolerantes a la sequía, la gestión de los recursos hídricos y la reforestación.

Según la Unidad de Gestión de Información de Myanmar (MIMU), hay 99 ONG internacionales y 23 organizaciones de la ONU que operan en todo Myanmar, mientras que 47 ONG internacionales y 10 organizaciones de la ONU operan solo en las tierras secas centrales. En Corea, la Agencia Coreana de Cooperación Internacional, una agencia de ayuda del gobierno y Green Asia están activas. Green Asia, en particular, ha estado trabajando en las zonas secas de Myanmar desde 2013 y se está centrando en el tema de la desertificación.

Fue la primera peregrinación climática preparada por la Comisión OFM JPIC de la Provincia de Corea, ICE Network y Green Asia desde el año pasado. La crisis climática global ya está ocurriendo en el mundo y la vida nuestra. Es evidente cuando observamos incendios forestales y sequías. Los pobres y los vulnerables están clamando por una acción inmediata por la justicia climática. Sin embargo, no hay consenso en Corea sobre el tema. El gobierno coreano y el pueblo ignoran o descuidan este problema global. Las personas luchan por sobrevivir en una competencia feroz para adquirir más ganancia económica en lugar de sentir la responsabilidad de los desastres, a pesar de que son responsables de las emisiones masivas de carbono y la crisis climática.

A lo largo de la peregrinación climática, sentimos la urgente necesidad de que los surcoreanos allanen el camino para construir una relación de solidaridad y visitar el sudeste asiático y otras áreas dañadas por el clima. El gobierno y las corporaciones coreanas ya no deberían enfatizar solo las acciones individuales para el medioambiente a sus ciudadanos, sino que, deberían promulgar leyes que promuevan una gran transformación industrial. Y las comunidades religiosas tienen que salir del debate doctrinal y preocuparse por los problemas ambientales con otras tradiciones religiosas. De lo contrario, la crisis climática no se puede resolver. Sobre todo, la Iglesia debería dedicar tiempo y energía a convertirse en una comunidad ecológica. El próximo año, los miembros de las Comisiones JPIC de las Provincias Coreana y Japonesa harán una peregrinación a Tailandia. Oremos juntos para que los líderes religiosos puedan ver la realidad de la crisis climática directamente, comprender la gravedad del problema tal como es y tomar medidas climáticas concretas en sus respectivas comunidades y sociedades.

Fray Jong Hwa Aloysio Kim, OFM
Animador JPIC
Provincia de los Santos Mártires de Corea – Seúl