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Recientemente, el cambio climático ha sido renombrado como “EMERGENCIA climática” o “CRISIS climática” por los científicos, los medios de comunicación e incluso por el Papa Francisco. Se sabe que las empresas multinacionales prefieren el término “CAMBIO climático” al lugar de “calentamiento global,” ya que el cambio climático suena neutral y menos “amenazante.” Entonces, ¿por qué se nombra con expresiones como emergencia o crisis?

Ocurrió después de la publicación del informe especial sobre “Calentamiento global de 1,5 grados” publicado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en octubre pasado. El IPCC es un organismo intergubernamental de la ONU, que se considera bastante conservador en sus informes de evaluación y, paradójicamente, debido a esta reputación, sus informes son ampliamente aceptados y citados en el mundo. El Informe especial de 1,5 grados confirma cuatro hechos “científicos” sobre el calentamiento global.

En primer lugar, nuestro planeta se ha vuelto más cálido que la era preindustrial en 1 grado. En segundo lugar, se debe a la intervención humana (emisión de gases de efecto invernadero, etc.). En tercer lugar, una vez que la temperatura global suba más de 1,5 grados, será casi imposible controlar su curso y sus impactos catastróficos en la humanidad y el ecosistema. Y, por último, para lograr la trayectoria de 1,5 grados, el mundo necesita tomar decisiones difíciles y realizar cambios radicales dentro de una década en el sistema: la economía, la política y el estilo de vida.

Tenemos que tener en cuenta que el IPCC mantiene un punto de vista conservador, y esos expertos declararon “emergencia climática.” Su voz suena como los grandes profetas de la Biblia. Entonces, la siguiente pregunta sería cuál es la respuesta de los responsables de la formulación de políticas y de los líderes económicos, y si han tomado decisiones importantes para las generaciones actuales y futuras. La respuesta es NO, en absoluto. Las emisiones están aumentando a su nivel más rápido en casi una década, dejando un lapso cada vez más corto para evitar niveles peligrosos de calentamiento global. Y los países y las empresas más contaminantes no están dispuestos a pagar la factura por la destrucción ambiental, que es el costo de su enorme beneficio.

Charlie Chaplin dijo una vez: “La vida es una tragedia cuando se ve en primer plano, pero es una comedia a largo plazo.” La situación actual parece trágicamente divertida, o es tan triste que parece un gigantesco programa de comedias con un final trágico.

Y es por lo que, António Guterres, Secretario General de la ONU, convocó a la Cumbre sobre la Acción Climática de la ONU del 21 al 23 de septiembre en Nueva York con el tema “Cumbre sobre Acción Climática 2019: Una Carrera que Podemos Ganar. Una carrera que debemos ganar.” La Iglesia también resuena con este llamado. El Papa también declaró una “emergencia climática” global. Dijo que no actuar urgentemente para reducir los gases de efecto invernadero sería “un acto brutal de injusticia hacia los pobres y las generaciones futuras.”

El Consejo Internacional de JPIC 2019 realizado en Jerusalén también ha elegido la “crisis climática” como uno de los temas centrales para el trabajo de promoción en todas las Entidades. La Oficina general de JPIC y la Comisión de JPIC de la Provincia de Santísima Trinidad de Chile están trabajando conjuntamente en el programa de participación franciscana en la 25ª sesión de la Conferencia de las Partes (COP25) que se realizará del 2 al 13 de diciembre en Santiago. Habrá una serie de capacitaciones sobre los hechos científicos sobre el calentamiento global, hechos históricos sobre el comercio contra el clima, la historia de la negociación sobre el clima, la visión de la encíclica Laudato Si’ y la creación de resistencia en solidaridad con las víctimas, las nuevas generas y el planeta. Los preparativos son la vigilia de oración por la justicia climática, una celebración de Laudato Si’, una Conferencia Franciscana sobre el clima y la acción marcha junto a la sociedad civil. La Oficina JPIC de Roma espera que esta ocasión pueda dar un impulso a los franciscanos en el mundo para tomar la iniciativa de una acción climática inmediata.

Fray Rufino Lim, OFM
Asistente, Oficina JPIC – Roma