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El Papa no se limita a escribir un mensaje, sino también encuentra la carne, el cuerpo mismo de los pobres, que es el sacramento de Cristo, que por nuestro amor se ha hecho pobre y quiso identificarse con ellos.

 

Me pregunto, escuchando a mi consciencia y a la voz del Señor, y lo hago con cada uno de vosotros:

  • ¿Qué tan consciente soy de que el encuentro con los pobres se halla en el corazón de mi vida de hermano menor siguiendo los pasos de Jesús? «Él, siendo rico (2 Cor 8,9), quiso sobre todas las cosas elegir, con la beatísima Virgen, su Madre, la pobreza en el mundo.» (CtaF2, 5).
  • ¿Cuántas veces me he encontrado y compartido con pobres concretos? ¿Siento que esto me ha «inquietado» y me ha puesto de nuevo en el camino? ¿O qué?
  • ¿No me defiendo a menudo pensando que se trata de una dimensión demasiado social y poco religiosa? Sin embargo, según la palabra de los profetas en la Escritura, ¿no son los pobres el espejo en el que vemos si aún somos creyentes? Dios los amó y ha querido que su Hijo fuera uno de ellos. Lo mismo vale para los apóstoles y para muchos amigos del Señor a lo largo de la historia, no menos importante para San Francisco, Santa Clara y Santa Isabel. ¿El encuentro con el rostro real de algunos pobres y sufrientes, con su olor, con su presencia a menudo desagradable, con las preguntas que nos hacen, finalmente podrá movernos y conmovernos? ¿Inducirnos a la conversión? ¿Sacarnos de nuestras madrigueras, a menudo demasiado cómodas?

Por eso, como vuestro ministro y siervo y en comunión con el Definitorio general, he madurado en la oración solicitar, por medio de esta carta, a todos los hermanos de la Orden y a las diversas fraternidades del mundo, que durante el mes de noviembre se den al menos un momento concreto de encuentro con los pobres. No solos, sino como fraternidad, al menos de dos en dos (cf. Lc 10,1), para buscar un simple encuentro de presencia, cercanía y servicio con alguno de ellos, para tocar a sus puertas, como ha escrito el Santo Padre en su Mensaje para esta V Jornada…

«Os lo pido en nombre de San Francisco: ¡Intentemos dar este paso hacia los pobres en el mes de noviembre y nos sorprenderemos! El Señor nos precede y nos espera en este camino, elijamos un gesto, vayamos hacia una casa, un hospicio, la enfermería de frailes enfermos, una cárcel, un hospital, una casa de migrantes, una periferia, una comunidad de acogida y en otros tantos lugares, para visitar a Cristo en sus vicarios, los pobres. Y dejarnos encontrar por Él, que todavía quiere atraer y encender nuestras vidas.»

Fr. Massimo Fusarelli, OFM

Ministro general

El próximo 14 de noviembre se celebrará la V Jornada Mundial de los Pobres y precisamente dos días antes, viernes 12 de noviembre, el Papa Francisco hará un peregrinaje a la Porciúncula, en la Basílica de Santa María de los Ángeles, donde se encontrará con 500 pobres, procedentes de diferentes partes de Europa, para escucharlos y dialogar con ellos.

Foto Portada: Yael Portabales –  Cathopic