Fr. Cesare Vaini
Orden Frailes Menores
Secretario general para la Formación y los Estudios.
El mensaje fundamental de la encíclica Laudato si’ se puede sintetizar con la expresión “ecología integral”. Con estas dos palabras el Papa Francisco nos invita tomar una actitud que no separa el compromiso ecológico del empeño por la justicia social o por la paz en las relaciones humanas, porque todos estos aspectos están estrechamente relacionados entre sí. Estamos llamados a darnos cuenta de que existe una estrecha relación entre la “cultura de lo desechable”, que crea residuos materiales contaminantes, y una estructura social que “descarta” a las personas más débiles o las que no son económicamente productivas. La propuesta de una “ecología integral” recupera la conexión entre justicia, espiritualidad, relaciones humanas pacíficas y cuidado de la “casa común”. La expresión “ecología integral” busca unificar en una sola fórmula los contenidos que estamos acostumbrados a indicar como “justicia, paz e integridad de la creación”.
La atención a esta dimensión de ecología integral es parte de la identidad franciscana y, por lo tanto, de nuestra formación. Para entenderlo basta leer el art. 1 de nuestras Constituciones Generales: es particularmente importante, porque al comienzo de las Constituciones se expresa sintéticamente nuestra identidad.
El art. 1 está constituido por dos parágrafos: centremos nuestra atención en el segundo, el cual dice que “los hermanos están obligados a llevar una vida evangélica” e ilustra sus características, que son el espíritu de oración y devoción, la comunión fraternal, el testimonio de penitencia y minoridad, y la evangelización. Este último punto, que es el de nuestra misión de evangelización, se describe de la siguiente manera: “a anunciar el Evangelio al mundo entero, a predicar con las obras la reconciliación, la paz y la justicia y a mostrar un sentido de respeto hacia la creación”.
En el primer artículo de las Constituciones también se da importancia a la reconciliación, la paz, la justicia y el respeto a la creación: esto quiere decir que son realmente fundamentales para la fisonomía esencial del fraile menor. Este primer artículo fue modificado por nuestro Capítulo General del 2003. Al final del apartado 2, que ya hablaba de «predicar, con los hechos, reconciliación, paz y justicia» (y se detenía aquí), se añadió la expresión «manifestando sumo respeto hacia la creación». Fue el reconocimiento de que el cuidado de la casa común forma parte esencial de nuestro carisma y que una descripción rigurosa de nuestra identidad de frailes menores no puede dejar de hablar también de “respeto de la creación”. Se ha elegido la palabra respeto (en latín reverentia) que manifiesta esa actitud de minoridad y fraternidad universal, que nos hace realmente hermanos menores. Podemos decir que nuestras Constituciones han anticipado lo que se ha afirmado con fuerza en la encíclica Laudato si’.
La Ratio Formationis Franciscanae trata, también, en varias ocasiones el tema de justicia, paz e integridad de la creación, p. ej.: cuando ilustra las características fundamentales de la “vocación evangélica del fraile menore” (arts. 21. 25. 32. 34). Ya que no puedo revisar todos los textos en este momento, me limitare solo al art. 86 de la Ratio:
Todos los hermanos y candidatos sean formados a predicar con las obras la paz y la justicia, venciendo el mal con la práctica del bien (cf. CCGG 68 § 19), y respeten la creación como signo del Creador, induciendo a los otros a ser constructores de paz y a salvaguardar la creación (cf. CCGG 71).
Se debe, por lo tanto, afirmar que justicia, paz e integridad de la creación forman parte de una completa formación franciscana, según la Ratio Formationis de la Orden. La citación habla de “todos los hermanos y candidatos”, y por lo tanto se refiere a la formación, ya sea permanente o inicial: nadie está excluido. Este texto, que es del 2003, obviamente no puede citar la Laudato si’ y, sin embargo, como hemos dicho para nuestras Constituciones Generales, en cierto modo lo anticipa y está perfectamente en sintonía con la concepción de ecología integral.
Durante el último Consejo plenario de la Orden, realizado en Nairobi en el 2018, se habla explícitamente de la Encíclica Laudato si’ como uno de los siete temas identificados fundamentales para la Orden hoy y es una de las tres propuestas operativas formuladas en la síntesis final del documento; vale la pena leer el n. 190, que dice:
Cuidar la formación de los Hermanos Menores con instrumentos fundamentados en los valores franciscanos, incluyendo la experiencia y la vecindad concreta con la gente que sufre; cada Entidad de la Orden debe introducir en la formación inicial y permanente el tema de la evangelización en el espíritu de la Laudato si’ dedicando atención especial a la ecología humana; en todas las entidades de la Orden promover acciones concretas de ecología integral con nuestros hermanos y en las actividades institucionales.
También es por dicha indicación de nuestra Orden que hemos querido este encuentro global con los frailes en formación inicial.
A través de esta primera intervención quería mostrar que el compromiso por la justicia, la paz y la integridad de la creación es exigido por los textos fundamentales de la Orden, a partir del primer artículo de las Constituciones Generales, pasando por la Ratio Formationis Franciscanae para llegar al reciente Consejo Plenario de la Orden. Ahora bien, las siguientes intervenciones se centrarán en la Laudato si’ y en las iniciativas de la Orden a partir de esta encíclica.