Franciscans International hoy ha renovado su llamamiento al Consejo de los Derechos Humanos para que nombre una Comisión de Investigación a Filipinas después que el Alto Comisionado para los Derechos Humanos presentó un informe que confirma que se han cometido serias violaciones durante la “guerra a contra las drogas” emprendida en el país.
Las organizaciones de derechos humanos que monitorean la situación sobre el terreno estiman que han sido asesinadas unas 27.000 personas por las fuerzas de seguridad y los vigilantes desde 2016, en una campaña que se ha dirigido desproporcionadamente hacia las comunidades pobres. Estos asesinatos extrajudiciales han sido apoyados por el Presidente Rodrigo Duterte, quien públicamente ha declarado que “si usted sabe de algunos adictos, adelante, mátelos usted mismo”.
La Familia franciscana de Filipinas junto con toda la Iglesia católica y organizaciones de la sociedad civil, se han opuesto abiertamente a estos abusos cometidos bajo la administración del Presidente Duterte. Mientras los documentos oficiales llaman a la “negación” y “neutralización” de los sospechosos de droga, la Iglesia ha procurado establecer centros de tratamiento para la gente que sufre de adicción. Ella también sigue proporcionando apoyo financiero y atención pastoral a las familias de las víctimas de los asesinatos bajo la “guerra de las drogas”. Este trabajo de la Iglesia ha provocado amenazas de muerte incluso por lo menos una vez de parte del mismo Presidente en persona.