Comunicado de la Conferencia Franciscana Nuestra Señora de Guadalupe de México, Panamá, Centro América y el Caribe
Por el presente manifestamos nuestro pesar por la situación que viven en la actualidad nuestros hermanos del pueblo de Nicaragua, y de una manera muy particular los jóvenes, laicos, religiosas, religiosos, sacerdotes y obispos de la Iglesia. La persecución, la represión, el asedio y la violencia que padecen es nuestro sufrimiento y el de Dios.
También expresamos nuestra solidaridad con esa nación hermana nuestra en búsqueda de paz y de justicia. Estamos con nuestros hermanos nicaragüenses en su lucha liberadora porque creemos que con ellos camina el Dios que nos quiere a todos hermanos justos, compasivos y pacíficos.
Hacemos un llamado caritativo al gobierno del Presidente Daniel Ortega para que establezca la Paz y el Bien de todos y cada uno de sus gobernados, sin ningún tipo de discriminación, tal y como es la misión de un líder. Que cese la represión, la impunidad, la violencia, y venga la libertad, la justicia, y llegue la solidaridad, amanezca el respeto por la vida y florezca el perdón y el diálogo franco.
Pedimos a la Comunidad Internacional, a las organizaciones humanitarias y sobre todo a la ONU que colaboren decididamente en la instauración de la paz y la democracia de esa Nación por los medios que a ellos corresponde. Que atiendan a las exigencias planteadas al respecto por la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos Michele Bachelet en su informe sobre la situación de Nicaragua, asi como en el informe sobre este país de la Comisión Especial de la OEA.
Estamos en comunión con los comunicados del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM, Paz a Nicaragua; con el de los Jesuitas; con el de la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe, Una misión de reconciliación en la justicia, con el de la Conferencia Episcopal de Guatemala; con el de la Conferencia Episcopal de Costa Rica. Junto con ellos queremos leer los signos de los tiempos, a través de lo cual el Dios del Amor y la Paz nos compromete unos con otros a trabajar juntos por la vida de todos sin exclusión; una profecía que nos empuje a crear, en el decir de Mons. Casaldáliga, otra economía que sea integral, ecológica, intercultural y al servicio del buen vivir y del buen convivir en la construcción de la plenitud humana, y añadiremos, y en el cuidado fraterno de la creación entera.
Oremos siempre unos por otros; por los pueblos y sus gobernantes; hoy particularmente por Nicaragua. Que al celebrar en estos días la Fiesta de la Inmaculada Concepción de Santa María, patrona nacional de todos los nicaragüenses, sintamos la intercesión de la Madre que lleva en sus brazos a sus hijos, y que el Príncipe de la Paz, Jesucristo El Señor, habite en todos inspirando entre los gobernantes y el pueblo una reconciliación duradera.
A los ocho días del mes de diciembre año del Señor 2019
Fr. Flavio Chávez García, OFM
Presidente de la Conferencia
Santa María de Guadalupe
Fr. Juan Antonio Orozco Alvarado, OFM
Coordinador JPIC de la Conferencia
