Como miembros de una «fraternidad cósmica», todas las creaturas comparten la misma dignidad y vocación dada por Dios
«Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,
especialmente el señor hermano sol, … por hermana luna y las estrellas,
Loado seas, mi Señor, por el hermano viento …
por la hermana agua, por el hermano fuego,
por nuestra hermana la madre tierra la cual nos sustenta y gobierna…
Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,
y soportan enfermedad y tribulación»
HOMILÍA DEL MINISTRO GENERAL PARA LA FIESTA DEL PERDÓN DE ASÍS