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La pandemia de COVID-19 aún no ha terminado. Los daños causados son gigantescos y devastadores. Muchas personas han perdido a sus seres queridos, otras más están hospitalizadas, un alto porcentaje se ha quedado sin trabajo y un incontable número de personas están buscando comida a través de la generosidad de la gente.

La Provincia franciscana de San Miguel Arcángel, Indonesia, en respuesta a esta situación y como parte de nuestra solidaridad con los que sufren, organizó algunas actividades solidarias. Este programa se centró en primer lugar en las personas que viven cerca de nuestra escuela en Yakarta, donde los casos del COVID-19 son elevados y afectan a la vida de los habitantes del lugar. Las actividades comenzaron con la entrega de algunas despensas por parte del Provincial OFM en Indonesia, Fr. Michael Peruhe OFM, a personas afectadas por el COVID-19. Los paquetes fueron entregados a 200 familias de diferentes religiones. Se trata de un grupo de personas que van desde el conductor de una moto-taxi informal, pepenador, indigente, pequeño vendedor callejero, el trabajador ocasional, mendigo y limpiador de la calle. Estas personas recibieron los paquetes con alimentos por grupos para evitar la propagación del COVID-19, asistió un gran número de personas a nuestras instalaciones; algunos de ellos los recibieron directamente de un fraile que se desplazó a sus casas ya que por diversas razones no pudieron venir a nuestra escuela.

Después de este primer programa, el director de la Fundación Escolar Franciscana en Yakarta, Fr. Mateus Batubara OFM, con la ayuda de la parroquia OFM cercana y del Hospital San Carolus, decidió convertir el edificio de la escuela en la «Domus Isoman», es decir, un lugar donde los pacientes de COVID-19 pueden permanecer (auto aislados) y recibir tratamiento por parte del médico. El «Domus Isoman» está abierto a todos los contagiados de COVID 19 y es gratuito. Ahí reciben medicinas, alojamiento, alimentación, tratamiento del equipo médico y también apoyo espiritual por parte de los frailes que viven en el mismo recinto con los pacientes. Los frailes se ocupan de sus necesidades diarias. Hasta ahora solo ha habido un fraile OFM contagiado del COVID-19, él permaneció en este lugar durante un par de semanas. Recientemente se ha curado y ya se reintegró a su ministerio en las afueras de la ciudad de Yakarta. Hasta el día de hoy, el edificio de la escuela se sigue utilizando como «Domus Isoman», ya que las actividades escolares en Yakarta oficialmente no están abiertas por el gobierno local en su modalidad presencial y continúan con la enseñanza en línea. Este lugar «Domus Isoman» es una gran ayuda para los casos positivos de COVID-19 y que les es difícil encontrar un lugar seguro para su tratamiento médico y sus necesidades diarias, ya que en Yakarta es complicado encontrar este tipo de centros debido al alto número de pacientes COVID-19 y los hospitales están por encima de su capacidad.

En base a estas dos actividades que ayudan realmente a las personas que sufren debido al COVID-19, el personal junto con los frailes OFM que trabajan en esta escuela, decidieron continuar con otro programa de caridad que consiste en ofrecer comida gratuita a las personas que sufren y pasan hambre, cada jueves por la tarde. El personal de la escuela prepara comida  para ofrecer a las personas que realmente la necesitan. Este programa se lleva a cabo una vez a la semana y sólo para la hora de la comida ya que los fondos no son suficientes todavía para ofrecer comidas todo el día a más personas. Esperamos que en el futuro sigamos ofreciendo más alimentos gratuitos a las personas que realmente sufren a causa del COVID-19. Este programa ayuda verdaderamente a los que tienen grandes dificultades para conseguir comida durante esta pandemia. Los frailes OFM y los miembros de la escuela se comprometieron a continuar con este programa, tanto si la pandemia termina pronto o no. También esperan ofrecer comidas gratuitas no sólo una vez a la semana, sino también, en la medida de lo posible, dos o tres veces por semana. Se espera que el número de personas que reciban comida gratis sea cada vez mayor en el futuro. Hasta ahora el programa está funcionando muy bien en la escuela San Francisco de Asís, en el centro de Yakarta. Al lado de esta escuela se encuentra el edificio principal de uno de los mayores grupos musulmanes de Indonesia, que es Gerakan Pemuda ANSOR (parte de Nahdlatul Ulama, el nombre del grupo de organización musulmana en Indonesia). Los frailes trabajan muy a menudo con esta organización y ahora están planeando tener algún proyecto de caridad para los que han sido afectados por el COVID-19, especialmente en Yakarta.

El mensaje más palpable derivado de estas actividades, que nos dan esperanza, es que la gente empezó a ser cada vez más consciente de la importancia de cuidarse unos a otros, especialmente durante esta pandemia. Nunca dejan de compartir lo que tienen con otras personas, aun cuando también se encuentren en momentos de dificultad. Sin palabras abundantes ni discursos de cortesía por parte de las autoridades, la gente toma la iniciativa de ayudar a los demás. Esto sucedió realmente con nuestras obras de caridad en este Colegio franciscano. Desde que convertimos la escuela en la «Domus Isoman», la gente empezó a ofrecer comida diaria y donaciones para el lugar. Los alimentos nos lo regalan la gente y los traen directamente a la escuela. Más tarde, cuando la población escolar ve que proporcionamos comida a personas hambrientas, los padres y niños de la escuela toman la iniciativa de cocinar y preparar la comida para los que vienen cada jueves por la tarde. Poco a poco aumenta el número de personas que se unen a estas obras de caridad y se sienten felices de hacerlas. Se unen a nosotros para difundir esperanza y amor a otros durante esta pandemia. Nosotros, franciscanos, deberíamos aprender de ellos ya que el COVID-19 nunca ha sido un obstáculo para ayudar a los demás en estos tiempos difíciles. Los voluntarios aportan esperanza y una sonrisa a los que pasan hambre, sufren y experimentan dificultades durante esta pandemia. Creemos que ellos también tienen miedo y conocen muy bien el gran peligro de este COVID-19, pero tienen más miedo y desesperanza si no pueden hacer algo pequeño con gran amor para aquellos que están sufriendo gravemente en esta pandemia. Su amor, su hospitalidad, su espíritu, su perseverancia, su fe y su dar esperanza al prójimo nos inspiran como franciscanos, sin esperar un pago por su servicio a los demás. En la misma línea y con el mismo espíritu de amor incondicional, creemos que nuestra atención a los necesitados en este momento es la única manera de «detener» el terror, la desesperanza y la pérdida de fe entre las personas a causa del COVID-19. Junto con otros podemos devolver la esperanza y la fe a las personas que realmente sufren a causa del COVID-19.

Paralelamente a estos programas, algunas parroquias de la OFM en Yakarta y Depok (en las afueras de Yakarta) también ofrecen vacunas de forma gratuita a los habitantes de las parroquias cercanas (de diferentes orígenes, religiones y tribus), así como ayuda económica mensual y paquetes de alimentos para las familias en las parroquias afectadas por el COVID 19. Este programa sigue en marcha y forma parte de nuestro apoyo y contribución al gobierno para detener la propagación del COVID-19 en Indonesia.

Finalmente, como nos enseña el Hermano Francisco, debemos orar y confiar en Dios siempre y en todo momento, especialmente durante este tiempo. Confiamos en que esta sencilla obra de caridad invite a muchas más personas a ayudar a otros que sufren enormemente durante este tiempo de pandemia y, en tanto que franciscanos, nunca perdemos nuestra esperanza en Dios para superar esta pandemia.

Fr. Peter Beto, OFM
Vice Maestro, profesos temporales en Yakarta, Indonesia