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En los últimos años hemos visto como la vida de los venezolanos se ha encarecido a tal punto de provocar el éxodo de personas más grande visto en Latinoamérica en la época contemporánea. Hasta este último año 2019, diferentes organizaciones como ACNUR calcula que la movilidad a otros países es de 4 millones, esta huida de venezolanos por sus diferentes fronteras se da en la desesperada búsqueda de alimentos y proveerse de servicios básicos fundamentales, como la obtención de medicamentos entre otros.

La tragedia de Venezuela es a todo nivel, social, cultural, político y económico, pero entre tanto dolor humano fijamos nuestra vista en las diferentes alertas y denuncias sobre la afectación ecológica que está padeciendo esta Nación en estos momentos, el retroceso en servicios públicos, encarecimiento de la economía y la mala administración pública, además de la corrupción en las regiones, las más afectadas son la poblaciones rurales alejadas de la capital a diferencia de las regiones foráneas, Caracas goza del funcionamiento casi en su totalidad de Servicios Públicos. A lo largo de los años se han recibido denuncias públicas sobre el crecimiento desmesurado de la minería ilegal en el Amazonas por parte de movimientos ecologistas y comunidades indígenas, entre otros.

Una de las más prominentes de estas denuncias realizada por la Organización Regional de Pueblos Indígenas del Amazonas O.R.P.I.A de fecha 17/01/19 quienes reunidos en la localidad de Puerto Ayacucho, Estado Amazonas, Venezuela alertaron sobre actividades irregulares de deforestación en grandes extensiones de bosque, desvío de cauces de ríos como el Atabapo, contaminación de las aguas a causa del mercurio y demás substancias toxicas usadas como parte de las herramientas de extracción de la riqueza mineral que guarda la hermana tierra, ocasionando en Parques Nacionales como el Yapacana grandes pérdidas en la biodiversidad, degradación de los suelos y cambios en los ciclos naturales de ecosistemas. La población indígena, quienes han sido víctimas de esta actividad ajena y ecocida, han elevado su voz pues han sido desplazadas comunidades enteras de sus tierras, se han incrementado la presencia de enfermedades respiratorias, malaria, sarampión, alcoholismo, enfermedades de transmisión sexual, prostitución, deserción escolar. Así como la presencia de grupos irregulares armados que han trastocado todo el sistema natural de vida en amplias zonas del Amazonas venezolano.

Destaca el O.R.P.I.A que desde el año 2013 han realizado diferentes denuncias sobre el cambio de la política minera del Estado venezolano enmarcado en su proyecto llamado ¨Arco Minero del Orinoco¨ o Zona de Desarrollo Estratégico Arco Minero del Orinoco, donde realizan la exploración y explotación de minerales en Guayana al Sur del Estado Bolívar, denuncian:

  • Violación de la Constitución en diferentes artículos.
  • No se realizó el proceso debido de Consulta Previa libre e informada, previsto en el artículo 120
  • No se realizaron los Estudios de Impacto Ambiental, articulo 127.
  • No se realizó el estudio y proceso efectivo de demarcación de hábitats y tierras indígenas, articulo 117.

Es así como el mismo estado venezolano está afectando negativamente con esto, a poblaciones como las del sector Parguaza donde han sido desplazadas comunidades de sus tierras de origen promoviendo la pobreza y despojo de sus actividades tradicionales de subsistencia. El daño que se ha causado al ecosistema es tan grave en Venezuela, que es incuantificable y la superficie afectada cambia de año en año. Donde se puede verificar hoy como un pequeño punto de extracción, pasa rápidamente a ser en poco tiempo grandes áreas de devastación a una velocidad increíble.

Otra denuncia recurrente se ha conocido por el caso de la zona conocida como Valle Plateado, ubicada entre los Estados Mérida y Táchira, ocupa parte de los municipios Ribas Dávila Guaraque, Uribante y Jáuregui, estas son tierras dedicadas a la ganadería y el cultivo de altura. La denuncia la hacen los moradores quienes señalan que el valle está siendo arrasado por las diferentes maquinarias para explotar minas de Coltán y Plata destruyendo así las cabeceras de ríos como el Mocotíes y brazos importantes de ríos Uribante y el Escalante, quienes conforman el principal sistema hidrológico de la región de los Andes y el Valle de Mocotíes donde de forma indiscriminada se está exterminando todo el material verde generando otro desastre ecológico en el país.

Jessica Sánchez León, OFS
Delegada JPIC
El Convento, Maracaibo | Venezuela