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Desde el 16 al 23 de septiembre, un grupo de 10 hermanos, en representación de los Hermanos Menores de Italia, frente a la propuesta del Consejo Nacional JPIC, hemos partido hacia Siria. El deseo era encontrar a los hermanos sirianos y dar un signo fraterno concreto. Deseábamos ponernos a la escucha, transmitir nuestra cercanía y solidaridad a los frailes y a todo un pueblo que vive hace 8 años en guerra.

 Fueron días extraordinarios en gracia, con una calurosa hospitalidad de parte de los hermanos sirianos, tanto en Alepo como en Damasco. En las dos comunidades hemos entregado una cruz, regalo de la Fraternidad de la Verna, con incrustaciones de piedra tomadas del lugar donde San Francisco recibió los estigmas, con el deseo de que las heridas sufridas, puedan transformarse en heridas de salvación.

 En Alepo estuvimos 3 días. Hemos tenido la posibilidad de ver las dramáticas heridas de la guerra, con casas e iglesias destruidas y el centro histórico reducido a escombros. La ciudad tenia aproximadamente 3,5 millones de habitantes, hoy se estima en 1,5. Los cristianos pasaron de 350.000 a 30.000. Fr. Ibrahim nos dio la posibilidad de encontrarnos con todos los grupos parroquiales, desde los adultos a los jóvenes universitarios y fuimos edificados por una comunidad muy viva y llena de fe. Hemos podido tocar con nuestras manos, los números proyectos que renacen alrededor del Convento: desde la distribución de cajas con alimentos, a la reconstrucción de las casas, a la reparación del cementerio, hasta el financiamiento de proyectos para hacer renacer actividades tales como: pastelería, cafetería, carnicería, sastrería. A la fecha, han sido financiado 500 proyectos, aun quedan 300 en espera. Los proyectos son financiados por aportes anónimos que desean testimoniar la gratuidad y crear un circulo virtuoso de resurrección. Como Consejo Nacional JPIC nos comprometeremos a sostener tales proyectos renacientes.

 Asimismo, fue muy interesante conocer de cerca el mosaico religioso cristiano: en Alepo están presente 6 ritos católicos y 3 ortodoxos. Los restantes tres días permanecimos en Damasco, también aquí, gracias a los hermanos, pudimos conocer mejor la realidad, nos hemos confrontamos y hemos tomado el peso de la situación, que a menudo la prensa occidental simplifica o falsifica. Tuvimos la posibilidad de visitar la hermosa Mosquita de los omayyadi, en el centro histórico de Damasco, un templo basílica cristiana. También visitamos las villas cristianas donde hay monasterios muy antiguos

 Siria es un mosaico de religiones, ritos, tradiciones. Aquí, siempre se convive con la diversidad. Al mismo tiempo Siria se encuentra en un posición geopolítica estratégica, tanto por los recursos energéticos, como por el control del territorio, lo cual explica el interés de Rusia, EE.UU, Francia, Turquía, Irán, Arabia Saudita e Israel por la situación siriana y explica por qué esta guerra pareciera no tener fin. Cada uno desea su parte y cada uno financia la guerra. Aquí se ha combatido una pequeña guerra mundial sobre la piel de millones de inocentes. Oramos para que el pueblo siriano puedo muy pronto regresar a una vida en paz, para que los jóvenes puedan volver a soñar su futuro y para que nosotros podamos tener ojos abiertos, orejas atentas y corazón no indiferente. Para quien lo desea, estamos preparando un video del viaje realizado, una forma de hacer conocer las graves heridas y los signos de renacimiento de esta tierra.

Hno. Francesco Zecca, OFM
Animador JPIC, Provincia de la Asunción B.V.M. – Italia
Delegado JPIC de la COMPI