Para el Tiempo de la Creación 2024, seguimos presentando experiencias franciscanas en ecología integral, esta vez desde Brasil.
Buscando aportar a la discusión sobre el clima y la promoción humana, los frailes de la Provincia Franciscana de la Inmaculada Concepción de Brasil desarrollan un proyecto social que une el cuidado del planeta con el de los más vulnerables. El proyecto lleva por nombre RECIFRAN, Servicio Franciscano de Apoyo al Reciclaje.
Desde su creación en 2001, RECIFRAN ofrece formación y actividades generadoras de ingresos a la población sin hogar de São Paulo. En 2023, se atendió diariamente a unas 50 personas, que reciclaron un total de 168 toneladas de residuos.
El proyecto que cuenta con el apoyo de la Secretaría Municipal de Derechos Humanos y Ciudadanía y la colaboración de empresas como el Instituto Muda y la Universidad Mackenzie, tiene como objetivo incorporar a los participantes al mundo laboral y fomentar su autonomía, garantizando un trabajo digno y respetando los derechos de los trabajadores.
El reciclaje desempeña un papel fundamental no sólo en la inclusión social, sino también en la preservación del medio ambiente. Los datos muestran que Brasil genera aproximadamente 79 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos al año, siendo São Paulo uno de los mayores contribuyentes. Proyectos como RECIFRAN son esenciales para la gestión sostenible de estos residuos y la promoción de prácticas ecológicas.
Davison, uno de los participantes en el proyecto, comparte su experiencia: «Para mí, el reciclaje es una terapia. Espacios como éste son maravillosos, ayudan a mucha gente a encontrar su lugar en el mundo. Mi sueño es quedarme aquí, aprendiendo y contribuyendo».
Para los franciscanos, la Casa Común es un símbolo del cuidado de las personas y del planeta. «La Casa Común es un lugar del cuidado humano y del cuidado de la creación. Aquí, las personas que salen de la calle nos enseñan a cuidar del bien común», explica Fr. Marx do Reis, OFM. «Nuestra misión es restablecer los vínculos, promover la autonomía y contribuir a un mundo más justo y sostenible», concluye.