+39 06 684919 pax@ofm.org

El Proyecto Nagasaki es una Fraternidad Franciscana Internacional de Paz, cuyo concepto básico es difundir y promover la paz perdurable en la ciudad de Nagasaki y en el mundo.

Fue pensado por primera vez por el ex ministro general José Rodríguez Carballo, OFM, cuando visitó Nagasaki durante la reunión de la Conferencia de Asia del Este (EAC) en Japón en septiembre de 2010. Su corta estancia y experiencia del lugar le inspiró a soñar con una fraternidad internacional de hermanos en Nagasaki que fuera una declaración viva de paz y reconciliación. Más tarde sugirió a la Provincia franciscana de Japón que acogiera a la fraternidad internacional propuesta para tal fin.

 Se eligió Nagasaki para la nueva misión de la Orden pues aquí, en 1945, se lanzó la bomba atómica, en la que perecieron cientos de miles de personas, incluidos niños inocentes. Este desastre nuclear sembró gran devastación, profundo dolor y odio.

Además, Nagasaki presenció la fuerte persecución y martirio en los primeros siglos (siglos XVI-XIX), donde los cristianos sellaron su fidelidad a Cristo sacrificando sus vidas, como los veintiséis mártires de Japón (1597), entre los que se encontraban los primeros misioneros franciscanos, San Pedro Bautista y compañeros, y todos los que más tarde les siguieron.

La Provincia franciscana de los Santos Mártires del Japón, después de años de profundo discernimiento, se adhirió finalmente a acoger la fraternidad internacional propuesta. Y para comenzar con esta nueva fraternidad internacional, se sugirió pedir la colaboración de la Conferencia de Asia del Este (EAC), de los Hermanos Menores. Más tarde, en 2018, dos hermanos, el Hno. Francis Furusato, OFM de la Provincia de Japón y el Hno. Antonio Kim, OFM de la Provincia de Corea del Sur, que vivían en Japón, fueron asignados oficialmente a la nueva misión, el Proyecto Nagasaki.

Dos hermanos de otras entidades de la Conferencia de Asia Oriental se unieron al Proyecto Nagasaki en el 2020. Los hermanos están actualmente insertos en la fraternidad de Nagasaki. Los otros tres hermanos de la fraternidad administran la parroquia y el jardín de infancia.

La vida ordinaria en la fraternidad de los hermanos es la base y la clave del proyecto. Vivir como una fraternidad contemplativa en misión evangelizadora. Apoyan la campaña por la abolición de las armas nucleares mediante la presencia de su comunidad franciscana en Nagasaki. Los hermanos colaboran con la Oficina de JPIC – EAC en sus actividades por la Paz y con otras agencias que tienen la misma finalidad.

En la actualidad, los hermanos se encuentran en la fase inicial organizativa (de sí mismos y de sus actividades). Utilizan el japonés y el inglés como idioma común. Los últimos hermanos, incluso después de meses de estudios formales de Nihongo (lengua japonesa) en la Escuela de Lenguas Extranjeras de Tokio, siguen tomando sus clases particulares de Nihongo con un hermano japonés en Nagasaki para ampliar sus conocimientos del idioma. Se reúnen tres veces por semana para leer, reflexionar y compartir los escritos de San Francisco, una manera de construirse como fraternidad de paz. Posteriormente, los hermanos estudiarán en común la historia de los “cristianos ocultos” y su descubrimiento en Japón, el enfoque de la misión de los primeros franciscanos en Japón – éxito y fracaso – y las experiencias de las víctimas supervivientes de la bomba atómica en la segunda guerra mundial.

A continuación, se exponen algunos posibles proyectos de la fratenidad:

1. Compartir con otras personas, laicos, religiosos y sacerdotes, la vida, los escritos y las oraciones de San Francisco de Asís, hombre e instrumento de paz, mediante charlas, retiros y encuentros.

2. Desarrollar un pequeño instituto de espiritualidad franciscana, centrado en la paz, el diálogo y la reconciliación. Aprender de San Pedro Bautista y compañeros sobre su experiencia misionera, enfoque y estrategias de la evangelización en Japón en el siglo XVI.

3. Llamar a la paz: compartir las experiencias de las personas que sufrieron el trágico suceso y los efectos del bombardeo atómico en sus vidas; colaborar y participar al modo franciscano en la campaña antinuclear. Se puso en marcha una cuenta de Facebook «Nagasaki Franciscan» que sirve para comunicar la misión del Proyecto Nagasaki.

4. Acoger a los hermanos interesados en el Proyecto Nagasaki para que lo visiten y se queden por periodos cortos de tres a seis meses, ya sea como experiencia formativa o como año sabático.

5. Acoger y guiar a los peregrinos, locales y extranjeros, en el seguimiento de las huellas misioneras de San Pedro Bautista y compañeros desde Kioto, Osaka hasta Nagasaki; así como recorrer los diferentes santuarios y lugares de los primeros cristianos ocultos en Nagasaki. En el ámbito de la parroquia de San Pedro Bautista, donde vive la fraternidad de Nagasaki, hay una sencilla casa para peregrinos con capacidad de cinco a siete personas.

Necesitamos más hermanos para asegurar el éxito del proyecto. La fraternidad del Proyecto Nagasaki acoge a hermanos de todas las regiones del mundo. Quien esté interesado en el proyecto para ser miembro deberá permanecer un mínimo de seis años. ¡Ven y únete al Proyecto Nagasaki!