El Papa Francisco recibió el 3 de mayo, de las manos de Dari Pereira sobreviviente del crimen de la Vale en Brumadinho y Fr. Rodrigo Péret, OFM de la Red Iglesias y Minería y Grupo de Trabajo de Minería de la CNBB, las fotos con los nombres de las 270 personas muertas, el crimen de la Vale.
El Papa, emocionado, bendijo las fotos y expresó su solidaridad a las familias que perdieron a sus seres queridos y a todos los afectados. En seguida el Papa se quedó con las fotos, en un gesto de cariño, respeto y solidaridad. El 18 de mayo, un representante del Papa, Mosenhor Duffé, estará visitando Brumadinho y conociendo de cerca la realidad y la lucha de los afectados.
Durante la audiencia el Papa afirmó que: – Las condiciones precarias de nuestra casa común se deben principalmente a un modelo económico que viene siendo seguido desde hace mucho tiempo. Es un modelo voraz y orientado hacia el lucro, con un horizonte limitado y basado en la ilusión de crecimiento económico ilimitado. Aunque a menudo vemos su impacto desastroso en el mundo natural y en la vida de las personas, todavía estamos renuentes a cambiar. «Los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, donde priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar todo contexto y los efectos sobre la dignidad humana y el medio ambiente» (LS, 56).
Continuando, citando su encíclica Laudato si, el Papa dijo en su discurso: Estamos conscientes de que “el mercado por sí solo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social”(LS, 109) y que “la protección ambiental no puede asegurarse sólo en base al cálculo financiero de costos y beneficios” (LS, 190). Necesitamos un cambio de paradigma en todas nuestras actividades económicas, incluyendo la minería. El Papa Francisco llamó la atención sobre el Sínodo de la Amazonía, diciendo: es “indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios.» (LS, 146).
El Papa Francisco exhortó a todos que respeten los derechos humanos fundamentales y la voz de las personas de esas bellas, pero frágiles comunidades. Y en comunión con los obispos de América Latina denunció que el extractivismo es «una tendencia desenfrenada del sistema económico para transformar los bienes de la naturaleza en capital. La acción de «extraer» la mayor cantidad de materiales en el menor tiempo posible, convirtiéndolos en materias primas y factores de producción que la industria utilizará, será transformada en productos y servicios que otros comercializar, la empresa consumirá y, por lo tanto, la propia naturaleza la recibirá en forma de basura contaminante, es el circuito consumista que se crea con una velocidad y riesgo cada vez mayores».
El Papa termina su discurso solicitado no perder de vista que «lo que está en juego es nuestra propia dignidad. Somos nosotros los primeros interesados en dejar un planeta habitable para la humanidad que nos sucederá. Es un drama para nosotros mismos, porque esto pone en crisis el sentido del propio paso por esta tierra» (LS, 160).
Esta audiencia se dio en Roma en el contexto de la reunión del Dicasterio por la Promoción del Desarrollo Humano Integral, con comunidades afectadas por minería y mineras.
Fuente: http://www.ofmscj.com.br